Porsche finaliza la producción del 918 Spyder pionero en tecnología
El pasado viernes la bandera a cuadros marcó el final: después de 21 meses de producción, el último Porsche 918 Spyder salió de la línea de montaje en Stuttgart-Zuffenhausen, tal como estaba previsto. Pero el legado de este pionero de la tecnología alcanzará mucho más allá que su tiempo de producción. Las futuras generaciones de autos deportivos se beneficiarán de manera directa de las innovaciones del 918 Spyder.
El 918 Spyder fue desarrollado de manera sistemática para ser un híbrido de alto rendimiento con tecnología enchufable. El concepto híbrido del superauto deportivo hizo su debut en el Salón Internacional de Ginebra de 2010, en donde tuvo una abrumadora aprobación. A mediados de 2010, el Consejo Ejecutivo de Dr. Ing. h.c. F. Porsche AG dio luz verde para el desarrollo de su producción. Cuando el auto fue lanzado al mercado a finales de 2013, el 918 Spyder representó la continuación de una serie de superautos deportivos en la historia de Porsche. Como pioneros en tecnología, el 904 Carrera GTS, el 959, el 911 GT1 y el Carrera GT estaban, sin ninguna excepción, en el grupo de los máximos autos deportivos de sus respectivas décadas. Por ejemplo, en 1963 Porsche creó una carrocería de acero y polímeros para los 904 Carrera GTS que es un excelente ejemplo de cómo fusionar estabilidad y diseño ligero. En 1986, el 959 introdujo de manera exitosa al mundo de los autos deportivos un sistema de tracción total controlado electrónicamente. Diez años después, el 911 GT1 trazó el camino para la implementación de la tecnología de fibra de carbono en autos de producción en serie. En 2003, el Carrera GT se convirtió el primer auto de producción cuyo monocasco y subcarrocería estaban hechos íntegramente de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP)
Incluso más que cualquiera de sus predecesores, el 918 Spyder está ofreciendo ahora gran impulso para el desarrollo avanzado de tecnologías para los automóviles deportivos del futuro. La tecnología clave es un concepto de tren de rodaje que combina un motor de combustión de alto rendimiento con dos motores eléctricos; su ingeniosa estrategia de operación es uno de los aspectos únicos del 918 Spyder. Tiene en cuenta diferentes requisitos que van desde un tipo de conducción orientado en la eficiencia hasta otro que ofrece el máximo rendimiento. Al hacerlo, está proporcionando importantes conocimientos para futuros desarrollos de producción. Para alcanzar los máximos beneficios del amplio rango que hay entre potencia y consumo de combustible, los desarrolladores de Porsche definieron un total de cinco modos de funcionamiento. Como en los autos de competición deportiva, estos modos son activados mediante un ‘interruptor de mapeo’ ubicado en el volante. Porsche utilizó su conocimiento líder en tecnología híbrida para la preparación de los mapas característicos y el algoritmo almacenado en ellos para controlar las tres unidades de propulsión y otros sistemas. Este conocimiento se aplicará también a futuros trenes de rodaje.
El auto también crea una base importante para la propulsión híbrida del mañana gracias a su concepto de gestión térmica que cuenta con cinco circuitos de refrigeración independientes y la innovadora refrigeración híbrida del motor eléctrico trasero con aire y agua. Otro ejemplo con implicaciones futuras: el Porsche 918 Spyder puede convertir mucha más energía cinética en energía eléctrica que cualquier otro vehículo híbridos gracias a su control inteligente de la funcionalidad del generador y los frenos convencionales. Su enorme poder regenerativo aumenta la eficiencia y la gama de tipos de conducción. Una forma similar de este sistema de recuperación es el que utilizan los prototipos LMP1 919 Hybrid con los que Porsche alcanzó un impresionante 1-2 en la edición 83 de las 24 horas de Le Mans. La plataforma tecnológica del 918 también trazó nuevos caminos con soluciones espectaculares como la carrocería de carbono, la aerodinámica completamente variable y la dirección adaptativa del eje trasero. La aerodinámica adaptativa y la dirección del eje trasero ya han llegado a los autos deportivos de producción; por ejemplo, en los modelos 911 Turbo, el 911 GT3 y el 911 GT3 RS.
El 918 Spyder encarna virtudes clásicas de Porsche y establece puntos de referencia para el futuro. Por un lado, el auto encarna rendimiento. En septiembre de 2013, el superdeportivo –con 887 caballos de potencia total del sistema– estableció el récord de vuelta para vehículos homologados para circular en la calle y con llantas de producción al Circuito Norte del trazado de Nürburgring con un tiempo de seis minutos 57 segundos –un récord que hasta ahora no ha sido igualado por ningún otro auto–. Por otro lado, el coche encarna eficiencia. Con una cifra de consumo de combustible de alrededor de tres litros de gasolina por cada 100 km (33,3 km/l, 126 km/g o 78,4 mpg), el 918 Spyder consume menos combustible que la mayoría de autos compactos de acuerdo al Nuevo Ciclo de Conducción Europea (NEDC) estandarizado. Esto ilustra de manera contundente el potencial de la tecnología híbrido enchufable –no sólo porque brinda un tipo de conducción orientado a la eficiencia de consumo combustible, sino más importante aún por el típico placer de conducción deportiva que puede ofrecer–.
Porsche también está estableciendo ideas innovadoras en el proceso de manufactura para superautos deportivos híbridos. La empresa de Stuttgart ha solicitado patentes relacionadas con muchas de sus innovaciones en el ensamblaje y el control de calidad que cumplen con los más estrictos requisitos ergonómicos. Esto demuestra que Porsche está estableciendo nuevos parámetros para la capacidad de innovación mucho más allá del propio automóvil. Por ejemplo, todo el proceso de ensamblaje se lleva a cabo con herramientas inalámbricas. El mejor ejemplo de esto son los destornilladores inalámbricos controlados por tecnología Bluetooth. Ellos realizan su trabajo prácticamente en silencio, ofrecen más flexibilidad a los técnicos y garantizan –a través de la integración con una base de datos– que los valores de par específicos para cada uno de los tornillos se cumplan de forma fiable y puedan ser documentados. El montacargas de montaje para ensamblaje altamente ajustable –una solución especialmente desarrollada– fue diseñado como una herramienta ergonómica para finalizar el proceso de montaje del monocasco de dos plazas. Otro tipo de ascensores de tijera también simplifican la instalación de la batería de alto voltaje de 140 kilogramos. El acabado del cuero y las mesas de ensamblaje utilizadas en la producción del 918 son considerados el punto de referencia en ergonomía y flexibilidad. Las mesas pueden ser usadas para la fabricación de diferentes partes; por ejemplo, los ciclos de tiempo de la estación pueden ser totalmente utilizados mediante el uso de insertos intercambiables. Así es como Porsche también logró la máxima eficiencia en el proceso de producción del 918 Spyder.