Porsche lleva 65 años entregando autos en su planta de Zuffenhausen
De la fábrica a la puerta de su casa: desde el segundo trimestre de 1950 los clientes de Porsche han podido recoger sus autos nuevos en la sede central de la empresa ubicada en Zuffenhausen, un distrito del norte de Stuttgart. Los compradores que recogen sus autos en la planta han aumentado de forma constante durante las últimas seis décadas. Sólo en 2014 esta modalidad atrajo a Zuffenhausen a aproximadamente 3.100 clientes de la marca. Mientras que 10 por ciento de ellos provienen de Estados Unidos y cinco por ciento de Europa, aproximadamente 85 por ciento viajan de diferentes puntos de Alemania a Zuffenhausen para recoger sus nuevos deportivos. Allí les espera un extenso programa que incluye un tour guiado por la planta, otro por el Museo Porsche y un delicioso menú de tres platos en el restaurante Gästecasino, ubicado dentro del mismo predio. Apenas hace unas pocas semanas el concepto de entrega de autos en Zuffenhausen fue rediseñado.
La historia de la entrega de autos a los clientes en la sede central de Zuffenhausen inició poco después de la fabricación en serie del primer Porsche 356 el 6 de abril de 1950 en Stuttgart. De la necesidad, el fabricante de autos deportivos hizo una virtud: en aquella época no existían Porsche Centers y la red de distribución no estaba aún establecida. De manera que un cliente que quería un Porsche tenía que presentarse en persona en la fábrica de Zuffenhausen. En Stuttgart, lo aconsejaban, le hablaban sobre los accesorios, configuraban el vehículo, ponían la orden y acordaban una fecha de entrega. Desde el principio, los compradores estaban en estrecho contacto con su nuevo auto –de igual manera como lo están hoy en día–. La visita a la fábrica poco antes de la entrega del vehículo se ha mantenido igual y le da la oportunidad al cliente de conocer los detalles del alto nivel de trabajo que requiere la producción a mano.
“Estamos invirtiendo continuamente en el edificio histórico en donde los clientes recogen sus autos y en el servicio. Ejemplo de ello es el impecable servicio de transporte que ofrece Porsche Exclusive”, dice Ingo Frenkel, Director del Centro de Atención al Cliente, por lo tanto responsable de las submarcas Porsche Exclusive, Classic y Werksabholung Zuffenhausen (entrega de autos en fábrica). Uno de los resultados: en su camino hacia el Gästecasino los clientes pasan junto al edificio de madera en donde hace 65 años fueron entregados los primeros deportivos de la marca.
Debido a la capacidad de producción en la década de los 50, también los clientes eran muy selectos. Entre los más famosos compradores que llegaron a Zuffenhausen en los primeros años destaca la ex estrella de cine Roman Polanski, de la película ‘El baile de los vampiros’. En su honor, los empleados de Porsche lo recibieron con dentaduras postizas tipo Drácula. También en los años 50, el famoso ex corredor de autos de carreras Herbert Linge recibía a los clientes. El ayudaba a los nuevos compradores a familiarizarse con sus Porsche y les presentaba las principales características de sus nuevos autos deportivos.
Hoy los clientes pueden recoger sus vehículos en la planta principal de Zuffenhausen –no importa si es un 911, Boxster o Cayman producido en Zuffenhausen o un Panamera, Cayenne o Macan de Leipzig–. Se trata de una inmersión total en el Museo Porsche, las tradiciones y la historia del fabricante de automóviles deportivos de Suabia. Especialmente orgulloso de ello se encuentra el Dr. Tobias Donnevert, Director de la entrega de autos en fábrica y Asesoramiento exclusivo Zuffenhausen. El reconocimiento a la palabra ‘Werksabholung’ (entrega de autos en fábrica) ha sido bien ganado: “Nuestros visitantes pasan junto a los empleados de Porsche por la puerta principal de la fábrica y pueden ver a través de la ventana del salón para clientes lo que ocurre en las instalaciones de la misma”.
Los clientes también pueden llevar sus Porsche al circuito homologado por la FIA en la planta de Leipzig, en donde conducen y experimentan sus autos deportivos, aprenden a acelerarlos, a tomar las curvas y a ‘despegar’. Esto es lo que 1.900 clientes hacen anualmente. Tanto en la planta de Zuffenhausen como en la de Leipzig los asesores de servicio dedican gran cantidad de tiempo para explicarle a cada cliente todos los detalles de su nuevo Porsche, ajustar el asiento de manera correcta para conducir, conectar su teléfono al sistema Porsche Communication Management o para responder preguntas sobre los muchos sistemas de asistencia al conductor o los vehículos híbridos de Porsche.